
Los primeros en llegar a la plaza 25 de Mayo fueron los que estuvieron en la confitería de Ignacio de La Roza y Avenida Rioja, donde se instaló una pantalla gigante para seguir el partido. Algunos pagaron para verlo, mientras otros se quedaron en la vereda, como “colados”.
En la confitería predominaban los hinchas de Boca, algunos de los cuales se dirigieron luego a la plaza y otros prefirieron volver a casa. Por su parte, los seguidores de River se identificaban rápidamente por su silencio y caras largas.
Con el paso de los minutos, más hinchas fueron llegando a la plaza, ya sea caminando, en bicicleta, en moto o en autos. Vestidos con los colores azul y amarillo, las familias se acercaron para acompañar la celebración, observadas por un operativo policial preparado para la ocasión.

