La sal, más allá de su función como condimento de las comidas, aporta humedad y puede servir como conservante y es un símbolo de protección, purificación y prosperidad económica.
De acuerdo con la revista Muy Interesante, la sal se ha visto rodeada de múltiples simbolismos en diversas culturas a lo largo de la historia, por ejemplo, en la antigua Grecia, derramar sal era considerado un mal augurio, una creencia que persiste hasta hoy
Sin embargo, con el paso del tiempo se popularizó la costumbre de arrojar un poco de sal por encima del hombro izquierdo y, en Japón, se utiliza como un elemento protector para alejar los malos espíritus.
Al respecto, en el ámbito espiritual, la sal también tiene un significado especial. Por su parte, el Feng Shui la considera un elemento capaz de absorber impurezas y desbloquear energías estancadas, por lo que es un recurso ideal para atraer la abundancia y mantener alejado lo negativo del hogar y el lugar de trabajo.
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