Las calles y campos de Fort Collins, en Colorado, Estados Unidos, se convirtieron en escenario de una postal tan extraña como inquietante: conejos con crecimientos negros, alargados y duros que sobresalen de sus cabezas y rostros.
Los residentes comenzaron a fotografiarlos y compartir sus imágenes, sorprendidos por la apariencia que algunos describieron como “púas negras” o “palillos que brotan alrededor de la boca”.
Según relató Susan Mansfield a la cadena NBC, los animales no solo sobreviven al invierno, sino que al año siguiente los bultos reaparecen más grandes.
Las autoridades de Colorado Parks and Wildlife confirmaron que se trata del virus del papiloma del conejo de cola de algodón, una enfermedad que produce excrecencias parecidas a verrugas y que, en algunos casos, adoptan formas similares a cuernos o tentáculos.
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