El sonido característico de la leche cayendo en una botella de vidrio. La emoción de soplar un cartucho de videojuego como si fuera un ritual mágico. La paciencia requerida para revelar fotos de un rollo.
Estos aparentemente simples recuerdos infantiles podrían ser indicadores de una mente privilegiada, según investigaciones recientes sobre memoria episódica.
Expertos en neurociencias identificaron diez experiencias generacionales que, al ser recordadas con claridad en la edad adulta, demostrarían una capacidad cognitiva superior.
La lista incluye hitos tecnológicos hoy obsoletos -como marcar números en teléfonos de disco o grabar canciones de la radio en casetes- que marcaron a generaciones anteriores pero que los niños actuales nunca experimentarán.
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