
El último encuentro del Consejo de Mayo, órgano consultivo representado por integrantes del Gobierno, el Congreso, empresarios y gremios, mantenía la expectativa de dar prácticamente por concluída la discusión sobre la reforma laboral.
Sin embargo, el resultado no fue el esperado. Al final de la reunión, los primeros comentarios tuvieron que ver con la falta de acuerdo con Gerardo Martínez, integrante del Consejo de Mayo y secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA).
Aunque algunos integrantes relativizan la idea de un debate con posturas “confrontativas” contra el sindicalismo, aseguran que “la Confederación General del Trabajo (CGT) “no plantea acuerdos en casi nada”. Fue el mismo Martínez quién, al cabo del encuentro realizado el miércoles en Casa Rosada, aseguró que “no hay consenso” para la reforma laboral que impulsa el Ejecutivo porque no se conoce “cuál es el decreto, ni la letra ni grande ni chica de las distintas propuestas que pueda tener el Gobierno”.
Asimismo, dentro del Consejo de Mayo buscan desactivar versiones que indican un alto nivel de tensión entre las partes. Por el contrario, aseguran que las conversaciones se vienen dando en el marco de un buen clima de trabajo, aunque hay quienes reconocen que la filtración del contenido boceto generó cierto malestar entre los presentes, sobre todo por parte de la Unión Industrial Argentina (UIA), cuyo presidente, Martín Rappalini, pidió expresamente que el documento sea confidencial.
“Nosotros somos un organismo consultor, no definimos la reforma. Cada uno lleva sus ideas, hace un aporte, y el Ejecutivo, con su impronta, es el que definirá”, explica el diputado por el partido PRO, Cristian Ritondo, buscando relativizar rispideces en diálogo con este medio.
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