El colombiano admitió que se trató de un año complicado, con la denuncia por violencia de género y la operación en la rodilla. “Lloré por todas las cosas que he pasado”, confesó.
Sebastián Villa entró para jugar el segundo tiempo, con el marcador 1-1 y en cinco minutos hizo lo que Boca necesitaba: generó una infracción sobre el vértice izquierdo -su lugar en la cancha-, le pidió el tiro libre a Óscar Romero -que había ejecutado magistralmente en el primer gol- y la colgó del ángulo para hacer estallar La Bombonera. Hace un mes y medio estaba en un hospital operándose la rodilla izquierda, este domingo convirtió el tanto del título de la Liga Profesional.
Fue una recuperación más rápida de lo esperado para el colombiano, que se lastimó los meniscos en un entrenamiento a diez días del Superclásico frente a River, pero volvió en el momento justo. El miércoles, en La Plata, también ingresó desde el banco -y también por Juan Ramírez- para destrabar el empate 1-1 con una jugada desequilibrante que terminó en el gol de Luca Langoni.
Este domingo, en La Bombonera, fue mucho más espectacular. Ese derechazo al ángulo, con violencia y precisión justa para hacer inútil la volada del arquero Milton Álvarez, fue clave para lo que un rato más tarde terminó en festejo, el séptimo desde que el colombiano desembarcó en el ‘Xeneize’, en 2018.
“Le dije a Oscar que me dejara, por suerte pude convertir”, confesó una vez finalizado el 2-2, drama aparte, con el que Boca se consagró campeón de la Liga Profesional. Villa, en números y trascendencia en el juego, fue el jugador de campo más determinante que tuvo el plantel.
“Entrar así, en un partido importante y hacer el gol, después de la lesión que tuve… Quiero dedicarle el gol a mi familia. Ganamos por la constancia, somos un grupo muy unido, una familia. Hemos generado una familia. Somos unos guerreros”, afirmó Villa, quien no dejó de reconocer el año complicado por lo extradeportivo y la continuidad del juicio por violencia de género. Hace once días le hicieron una nueva pericia psicológica en los Tribunales de Lomas de Zamora.
“Es un año muy difícil para mí, ha sido un partido y un título muy especial. En ese momento me nublé y lloré por todas las cosas que han pasado”, confió el delantero de 26 años, nacido en Bello, Colombia.