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Por Antoni Slodkowski y Eimi Yamamitsu
TOKIO, 8 jul (Reuters) – Los organizadores de los Juegos Olímpicos están dispuestos a prohibir la entrada a todos los espectadores, según informó el jueves el diario Asahi, mientras Japón se preparaba para declarar el estado de emergencia en Tokio durante la celebración del evento, con el fin de frenar una nueva ola de infecciones por coronavirus.
Los organizadores iban a tomar la decisión formal sobre los espectadores durante las conversaciones a cinco bandas entre los grupos clave que se celebrarían el jueves por la noche, según el periódico, citando a personas implicadas en los Juegos.
La medida es el último revés para los problemáticos Juegos Olímpicos, que ya se han retrasado un año a causa de la pandemia y han sufrido una serie de contratiempos, entre ellos un enorme exceso de presupuesto.
Los expertos médicos han dicho durante semanas que no tener espectadores en los Juegos Olímpicos sería la opción menos riesgosa en medio de la preocupación pública generalizada de que los Juegos alimenten nuevas oleadas de infecciones por coronavirus.Los organizadores ya han prohibido a los espectadores que vengan del extranjero y han establecido un límite de público nacional del 50% de la capacidad de los recintos, hasta 10.000 personas, para contener el brote.
Se ha pedido a todos los que quieran apoyar a los atletas que lo hagan aplaudiendo en vez de gritando o cantando. Se han clausurado los miradores públicos y las empresas, temerosas de toda protesta pública, han dudado a la hora de difundir publicidad relacionada con los Juegos, lo que ha contribuido a crear un ambiente apagado en la capital japonesa.
Las reuniones nocturnas estarán presididas por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, que llegará a Tokio el jueves. Entre los demás participantes figuran las autoridades de Tokio así como las nacionales, además de los representantes de los Juegos Paralímpicos.
(Información adicional de Rocky Swift y Eimi Yamamitsu; Editado por Muralikumar Anantharaman y Lincoln Feast, traducido por José Muñoz)