Este viernes, Donald Trump y Vladimir Putin se encontraron en la base militar Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, en su primer cara a cara presencial desde la segunda asunción de Trump. La cumbre duró cerca de tres horas y contó con la participación de altos funcionarios de ambos países: Marco Rubio y Steve Witkoff por Estados Unidos, y Serguéi Lavrov y Yuri Ushakov por Rusia.
Al concluir la reunión, ambos líderes ofrecieron una conferencia de prensa conjunta. Putin destacó la intención de “allanar el camino a la paz” y la necesidad de eliminar las raíces del conflicto, mientras que Trump calificó la reunión de “muy productiva” y anunció que se comunicará con Volodimir Zelenski para informarle sobre lo conversado.
A pesar de las declaraciones optimistas, no se firmó ningún tratado y la ausencia de Zelenski, así como de líderes europeos y de la OTAN, genera incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones. Analistas señalan que, aunque Trump buscó presentarse como mediador, Putin podría tener poco incentivo para ceder ante la ventaja militar que percibe.