Filipinas atraviesa horas de angustia tras el fuerte sismo que golpeó este miércoles a la isla de Cebú. El terremoto, de magnitud 6,9 en la escala de Richter, dejó al menos 69 muertos y más de un centenar de heridos, según confirmó la Oficina de Defensa Civil.
El epicentro se localizó en el norte de la isla, en las cercanías de la ciudad de Bogo, de unos 90.000 habitantes, que resultó la más castigada: allí se contabilizaron 30 fallecidos y 186 heridos. En tanto, otras 39 muertes se registraron en localidades vecinas.
Los testimonios describen escenas dramáticas: motociclistas que se aferraban a las barandas de un puente para no caer durante los segundos más intensos del movimiento y templos católicos cuyos campanarios se desplomaron.
Los hospitales locales se vieron rápidamente desbordados. En el Provincial de Cebú, pacientes fueron atendidos en carpas improvisadas ante la amenaza constante de réplicas, que se extendieron durante toda la noche. Rafaelito Alejandro, viceadministrador de Defensa Civil, explicó que “muchos de los fallecidos quedaron atrapados bajo los escombros”.
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