Mónica Cuñarro, fiscal creadora de la primera unidad especializada en narcotráfico y delitos complejos de la UFIDRO, abordó distintas aristas de uno de los principales problemas que afecta a la Argentina: el narcotráfico.
Al ser consultada sobre las 24 muertes por cocaína envenenada en el Conurbano, la especialista planteó que no hay antecedentes en el país de tanta gente fallecida e intoxicada en estado crítico. “Sólo había sucedido algo así con la fiesta electrónica (Time Warp) en Capital Federal, con cinco jóvenes fallecidos y más de dos docenas de intoxicados por drogas químicas”, recordó en dialogó con Eduardo Feinmann en “Alguien tiene que decirlo” por Radio Mitre.
En ese contexto, la fiscal reconoció la labor del ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni y de diversas autoridades que en medio de la crisis les solicitó a los consumidores que descartaran la droga adulterada.
“Si el partido de la Selección argentina hubiera sido un viernes, estaríamos triplicando los números de esta tragedia. Que haya sido un jueves tuvo algo que ver con que no fue peor”, señaló.
El “Paisa”, ¿un jefe narco?
La Justicia detuvo rápidamente “El Paisa” y el Gobierno ordenó su expulsión del país. Los investigadores creen que se trata del dealer que comercializó en Puerta 8 la droga envenenada que causó la tragedia. Cuñarro relativizó la importancia del sospechoso en el entramado: “Si ‘El Paisa’ es narco, yo soy Angela Merkel”, ironizó.
Y explicó: “Yo digo que ‘el Paisa’ es un delincuente, un desgraciado. ¿Le parece que una pistola Versa limada, 15 mil dosis y ni 30 mil pesos es el jefe de una mega organización narco? Claro que es un delincuente, pero esto es narcomenudeo”.
En este sentido, la fiscal explicó que durante la pandemia la Argentina dejó de ser “un país de tránsito consolidado” para transformarse en una región donde “hay más laboratorios” y cocinas de fabricación de drogas para satisfacer el aumento de la demanda.
Cuñarro recordó que en el 2005 desde su Unidad realizaron varios documentos firmados por jueces y otras organizaciones que alertaban que la desfederalización generaría penetración de la corrupción en las fuerzas provinciales y un avance de los narco-policías que brindan protección. A modo de ejemplo, reveló que actualmente las organizaciones criminales le pagan un millón y medio de pesos por semana a los oficiales que les brindan protección.
La fiscal denunció que también hay políticos vinculados al narcotráfico. “Yo puedo destruir uno, 10 o 100 búnkers, pero hay un aspecto que no se quiere tocar. Esa plata que se produce debe ser devuelta al mercado en forma blanca y ahí no interviene la gente de la barriada popular, ahí están los financistas, contadores, prestanombres, negocios, algunas constructoras. Sobre esta parte no se ha avanzado. Si uno quiere atacar el narcotráfico tiene que ir por el seguimiento de la ruta del dinero”, advirtió.
Para Cuñarro en Argentina “hay una megaorganización criminal de la que participan los narcos, la Policía, los políticos, algunos jueces y algunos fiscales”.
En tal sentido, manifestó su preocupación por las cárceles búnkeres, donde los narcos detenidos continúan comandando sus bandas desde el interior de los penales. “Guille Cantero, el líder de Los Monos, tiene condenas por delitos provinciales. En la celda de al lado están (Esteban Lindor) Alvarado y (Estrada Gonzáles) Marcos. Tenemos que dejar de hacer esto. No sé por qué toda esta gente está junta en el mismo penal (Marcos Paz). Si tienen teléfonos es porque hay corrupción del Servicio Penitenciario. Eso hay que cortarlo”, reclamó.
Al ser consultada sobre la idea de la legalización de todas las drogas, Cuñarro ratificó su oposición. “No estoy de acuerdo con la legalización, objetivamente y con datos científicos. Si no tenés capacidad estatal para regular el desvío de medicamentos, el desvío de precursores –aunque tenés el ANMAT–, imaginate lo que podría ser legalizar todas las drogas ilegales. Sería un desastre”, alertó.
“Si me decís la marihuana, con un registro abierto, las farmacias y los colegios de farmacéuticos con un registro de manera controlada, podría traer un efecto de quitar del mercado a la marihuana que viene mezclada con cualquier basura y toxicidad de todo tipo, fundamentalmente de Paraguay. Así le sacas el negocio a esa parte del narcotráfico. Yo buscaría un modelo tipo Uruguay o Portugal”, añadió.
Sin embargo, Cuñarro advirtió que eso podría provocar situaciones más peligrosas, donde las bandas o los narco-policías, “en 48 horas pondrían bombas en la ANMAT o ametrallados a los farmacias; no sé lo que podría llegar a pasar, porque es un negocio muy grande”.
Para Cuñarro que un chico comienza a drogarse a tan temprana edad “es un problema de adultos y es un problema del Estado. Vamos a dejar de ser hipócritas. Tiene que haber una agenda nacional para detectar bandas locales, seguir la ruta del dinero, las armas, el tema de la piratería del asfalto”, dijo. Y por el lado de la demanda, reclamó “tener que tener un plan de prevención, tratamiento y rehabilitación. Un abordaje sociosanitario que comprometa a los Ministerios de Trabajo y Educación”.
Por otra parte, la fiscal reveló que desde su Unidad se hizo una gran encuesta nacional para saber qué se estaba consumiendo y el resultado fue alarmante: el alcohol había descendido a la edad de 14 a 15 años. Asimismo contó que las interacciones medicamentosas se habían ampliado a otros sectores sociales con mayor poder adquisitivo.
“Cuando vimos que el consumo de alcohol había bajado a 14 años hicimos un proyecto, adhirieron todas las provincias menos la ciudad de Buenos Aires y qué comenzó a pasar: la gente venía a comprar a la Capital Federal y aparecía gente intoxicada en el Hospital Fernández por ingesta de alcohol”, detalló.
Finalmente recordó lo que ocurrió con un grupo de padres que trabajaron en conjunto con colegios y la Iglesia: “Ponían de viernes a domingo a los chicos con los profesores de educación física y los hacían jugar 6 partidos de lo que sea, básquet, fútbol, todo. Si alguno de esos chicos venía dado vuelta por haber consumido alcohol, el profesor lo sacaba a la cancha primero durante 15 minutos para que no aguante y después agarro a todos lo pibes en el vestuario para mostrarles lo que pasa por abusar. Esto es algo que se debería retomar”, concluyó.
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