La pandemia agigantó las distancias y le puso pausa al calendario. Pilar Cisterna había planeado su cumpleaños de 15 desde principios del 2020. Pero nunca se iba a imaginar que justo en su año más esperado, un virus pondría en jaque al mundo.
Su papá, Neri Cisterna (34), vive desde hace 7 años en Neuquén. Junto a él y a su mamá, Analía Riveros (33), la joven había elegido hasta el salón en donde iba a tener su inolvidable festejo. Pero el viernes 20 de marzo, la Argentina entró en aislamiento social obligatorio. El tiempo pasaba, lento, y muchas de las restricciones no eran levantadas. Ahora, cuando el mundo está a medio mes de despedir a un año muy difícil, en San Juan las fiestas de 15 todavía están prohibidas.
El tiempo pareció acelerarse en diciembre, llegó el lunes 14 al almanaque y Pilar se conformaba con una reunión casera con poca gente: sólo su mamá, sus abuelos, algunos tíos y sus padrinos. El gran ausente iba a ser su papá, que ya le había avisado que no iba a poder estar, porque tenía que cumplir con sus obligaciones laborales en el Sur.
Pero a casi 1.000 kilómetros de San Juan, la provincia en la que se crió (porque nació en Corrientes), durante algunos días Neri se tuvo que morder los labios para no revelar la sorpresa que empezaba a preparar.
La última vez que Pilar y Neri se vieron fue hace un año, cuando la adolescente viajó al Sur junto a su abuela paterna, Ceferina Miriam Rodríguez (54). Cisterna había sacado pasajes para venir a la provincia en abril. Pero, por la situación sanitaria, se vio obligado a cancelarlos.
El domingo 21 de junio tuvo un Día del Padre triste. “Mi hija me llamó y me saludó muy efusivamente, después me dijo lo mucho que me ama y me preguntó cuándo voy a ir a San Juan. Ahí me emocioné. Es muy duro estar lejos en un día como hoy. Me dio un poco de angustia cuando tuve que contestarle que tal vez pueda ir recién en diciembre”, le había dicho aquel día a este diario.
Se acercaba diciembre y el hombre veía lejana la posibilidad de viajar. Para entrar a la provincia debía presentar la constancia de un hisopado negativo.
Sin embargo, los planetas empezaron a alinearse. “A fines de noviembre me enviaron una publicación de Facebook en la que anunciaban que el Gobierno de San Juan estaba evaluando, a partir del 4 de diciembre, liberar la entrada a la provincia sin PCR”, le cuenta el joven a Telesol Diario.
Entonces empezó a diseñar su viaje tan esperado: “Lo comenté con mis jefes, evaluando la posibilidad de llegar antes del cumpleaños de mi gordita. El día 4 vi que ya se había habilitado la entrada y el único requisito era el permiso Verano. Lo gestioné desde la aplicación y me dirigí a la terminal a averiguar sobre los pasajes para San Juan”.
“Las empresas que utilizo para viajar habitualmente tenían pasajes desde el 18 de diciembre en adelante. Le conté a una de las empleadas de Andesmar que mi intención era llegar antes del 14. Entonces ella me consiguió pasaje con otra empresa, que salía el domingo 13 y llegaba al otro día a las 7 a Mendoza“, relata Cisterna.
Al hombre le faltaba conseguir un transporte para salir desde Mendoza a San Juan. Pero no tuvo problemas, porque su mamá, complice de la sorpresa junto a su hermana Érica (32), lo fue a buscar en auto para traerlo hasta la provincia.
El lunes a las 9:30 ya estaba en San Juan. Se quedó en la casa de su madre, ubicada a cuatro cuadras de la cancha de San Martín, en donde por la noche iba a ser la reunión familiar por el cumpleaños de su hija.
“Mi gordita llegó a eso de las 19 y ahí fue el momento de la sorpresa. Yo antes la había saludado por teléfono y le había dicho que lamentaba no poder estar para su cumple”, dice sobre esa ‘mentira piadosa’.
Tuvieron un reencuentro perfecto. “Fue increíble, yo estaba demasiado ansioso. No sabía qué iba a hacer ella cuando me viera. Y ella por un momento no entendía qué pasaba. Me vio y corrió a colgarse de mí. Me abrazó fuerte, fuerte y se emocionó mucho“, relata.
Además, fanático de Dragon Ball, también la hizo fan a su hija. Entonces, le dio “como regalo adicional las Esferas del Dragón” y Pilar saltaba de alegría.
“Me dio mucha felicidad. Tuve bastante ansiedad y dudas. No sabía cómo iba a resultar el viaje. Pero me alegró mucho poder volver a ver a mi princesa y mucho más llegar en un día tan importante, como es su cumple de 15. Así que fue doble esa felicidad”, expresa el empleado de la petrolera Manpetrol.
Neri recibirá la Navidad en San Juan junto a su hija y después volverá a Neuquén para estar en Año Nuevo junto a su pareja.
Sus jefes lo ayudaron a cumplir con el anhelo de estar en la provincia en una fecha especial. “Me dieron unos días de vacaciones y otros días contemplados como trabajo de home office”, asegura.
“Lo primero que hizo Pilar cuando pudimos hablar fue retarme por hacerle creer que no iba a poder venir para su cumple. Después me preguntó por cuánto tiempo venia y charlamos de todo lo que ella quiere hacer en estos días“, dice el joven.
Por las restricciones de la pandemia tuvieron que hablar con los dueños del salón para reprogramar la fiesta para marzo. Pilar cruza los dedos para que la segunda ola de contagios de coronavirus no sea tan dura. La chica sueña con poder disfrutar de una noche inolvidable. Algo tan simple, pero que parece tan lejano en un contexto histórico, por un virus que puso al mundo ‘patas para arriba’.
