El domingo 3 de octubre, si se produce el regreso del público a los estadios, es posible que suceda lo que nunca en los últimos 8 años: parte de los hinchas de Racing Club podrían reprobar la gestión del presidente Víctor Blanco en el duelo ante Estudiantes de La Plata en el Cilindro. Un grito de guerra asoma y es el de Diego Milito. Porque esa lucha es la que se volvió a poner en la agenda mediática tras las explosivas declaraciones del capitán y emblema Lisandro López.
Molesto por la eliminación contra Godoy Cruz y por el andar de la institución en los últimos meses, Licha disparó: “En diciembre tenemos que hacer una buena autocrítica todos los que estamos en el fútbol para no quedarnos en esta comodidad que genera el club. Es algo que me molesta sentirlo y decirlo. Hay que hacer una restructuración del plantel y tomar mejores decisiones a nivel futbolístico. No es buena la comodidad: todos sentimos que estamos en un bache”. Y generó un gran revuelo, claro.
La bronca de Licha es similar a la que tienen la mayoría de los hinchas de Racing: sienten que se tiró un semestre a la basura con las erróneas decisiones y con la poca inversión económica. La eliminación en la Copa Argentina fue un golpe duro y también de alerta porque está en peligro la clasificación a las próximas competiciones internacionales. En este momento, el elenco de Avellaneda se quedaría con el último boleto para la Copa Sudamericana. Otra frase de Licha, emitida meses atrás, resuena: “Para ganar la Copa Libertadores hay que jugarla año a año”.
En las horas posteriores a las declaraciones de Lisandro se buscó con insistencia al destinatario del mensaje. Se concluyó que el apuntado era Rubén Capria. Pero lo trascendental era lo que decía el capitán y no tanto a quién o a quiénes iba dirigido. El de Licha fue un mensaje para sacudir la modorra y cambiar la cara en los próximos meses para llegar con algo de paz a diciembre. Y ahí sí: reestructuración del plantel y de las ideas.
Racing sufrió un duro golpe con la eliminación de la Copa Argentina. Foto Télam
Los males recientes de Racing comenzaron cuando Milito avisó que dejaba su cargo de mánager. “No comparto el modelo y las ideas del club del presidente. Siento que no he sido escuchado y por eso le dejo el espacio para que pueda seguir con sus ideas. Quiero aclarar que esto no es de ahora, viene de hace un tiempo y lo he hablado en reiteradas oportunidades con él”, soltó el Príncipe en noviembre de 2020. Desde entonces, el club volvió a tener un mando más presidencialista.
La primera medida fue errada, no por el nombre elegido sino por la función: asumió Capria en lugar de Milito, aunque sin demasiado poder de decisión. Se desterró la Secretaría Técnica y el Mago pasó a ser un asesor. Tuvo una sola decisión de peso: eligió a Juan Antonio Pizzi como entrenador. Los dirigentes se demoraron unas semanas en empezar a cuestionar, por lo bajo, esa determinación. Muchos de los refuerzos llegaron sin el consentimiento de Capria. La historia que siguió se conoce: Pizzi fue despedido en agosto de este año. Y el poder del Mago quedó debilitado.
La salida de Pizzi fue bien recibida por los hinchas. Pero lo que no se esperaban era la pasividad posterior. Blanco y compañía pusieron de interino a Claudio Ubeda mientras buscaban al futuro entrenador. Lo que sucedió es que la búsqueda no fue tal. Ubeda pasó de interino que asumió para dar una mano a entrenador con contrato. Y la sensación en los hinchas es que se está perdiendo el tiempo y se está regalando prestigio.
Se insiste: el golpe contra Godoy Cruz y las palabras de Licha sacudieron la modorra. Ahora se supo que los dirigentes acelerarán en la búsqueda de un entrenador. Como serán ellos quienes lo elijan, Capria quedará a un costado. Es probable que el Mago -que todas las mañana está en su oficina en el Cilindro– dé un paso al costado en las próximas semanas.
“El Mago” Capria podría tener las horas contadas en Racing. Foto Twitter
Los nombres que suenan son los mismos que meses atrás. Gabriel Heinze es un sueño: el Gringo está libre tras su paso por la MLS y tiene una gran relación con Lisandro López. Javier Mascherano es una alternativa que dejó trascender el presidente Blanco: charlaron informalmente en un evento en el predio de la AFA. Un dato alentador: el Jefecito se lanzaría como DT el año que viene. Por Guillermo Barros Schelotto se han realizado intentos en los últimos años y la alta cotización del Mellizo siempre fue un impedimento. De los más terrenales, el que seduce es Alexander Medina, de notable trabajo en Talleres de Córdoba. Otro que gusta es Antonio Mohamed.
Pero la elección del técnico no es el único tema por resolver en la Academia. Y es que a fin de año podrían ser varios los futbolistas que opten por decir adiós. Licha López y Darío Cvitanich analizan el retiro, Gabriel Arias quiere dar el salto económico, Eugenio Mena pretende regresar a su país y Leonardo Sigali a Croacia. Matías Rojas y Enzo Copetti son los más reprobados por los simpatizantes. A Lovera se le vence el préstamo y habrá que ver si se hace uso de la opción por Tomás Chancalay.
Y una duda surge: ¿qué pasará con la promoción de juveniles? Para resolver todas las cuestiones es indispensable sentar las bases, no quedarse en la cómoda, como dijo Licha, y anunciar cuanto antes al nuevo entrenador. Las chances de que continúe el Sifón Ubeda en 2022 son cada vez más escasas.
Habló Lisandro López y logró lo que buscaba: sacudir la modorra y sacar a Racing de la quietud. Se vienen días movidos en la Academia, entonces. Y con los hinchas expresándose en el Cilindro.