Tras dos derrotas consecutivas, contra el Atalanta (3-0) ,en la última jornada de la primera vuelta, y el Inter (2-1), que lo sacó en los cuartos de final de la Copa Italia, el Milan se reencontró este sábado con la victoria al ganarle 2-1 como visitante al Bologna (13º), lo que lo afianza como líder de la Serie A al cabo de 20 fechas.
En el estadio Renato Dall’Ara, Zlatan Ibrahimovic, protagonista excluyente de la semana por su pelea con Romelu Lukaku, fue titular pero los goles no llegaron de sus pies.
El primero lo hizo el croata Ante Rebic, al aprovechar el rebote del arquero polaco Lukasz Skorupski al atajarle un penal al sueco a los 26 minutos. El otro, en tanto, lo convirtió el marfileño Frank Kessie desde los 12 pasos luego de que Ibra le cediera la pena máxima a su compañero a los 10 del complemento.
Al no sentenciar definitivamente el duelo, el Bologna aprovechó para recortar distancias gracias a Andrea Poli, un ex del Milan, a nueve minutos del final.
El equipo de Stefano Pioli necesitó una gran actuación del arquero Gianluigi Donnarumma, decisivo con una serie de paradas de mérito en la primera mitad, con el 1-0 a favor del Milan, y en la segunda, primero cuando el Bologna apretaba en busca del empate y lo salvó del gol tras un tiro del ex Vélez Nicolás Domínguez, y después, a los 39, de un remate de Roberto Soriano.
Si bien sufrió el tramo final, el rossonero se llevó los tres puntos y blindó el liderazgo del torneo italiano, con 46 puntos, mientras que su rival quedó a seis de la zona del descenso.
“Con Ibra en nuestro equipo, ganaríamos 3-0. Una de las habilidades que necesitamos es acierto ofensivo. Si en 20 o 25 minutos tienes cuatro ocasiones y no marcas, luego es normal que un equipo fuerte te castigue”, le dijo a Sky Sport el serbio Sinisa Mihajlovic, técnico del Bologna, quien fue expulsado por protestar ante la sanción del segundo penal.
Fuente: EFE y AFP