Una imagen cargada de emoción se vivió este martes en el predio de Ezeiza: Miguel Ángel Russo, tras ser internado durante unas horas el lunes por un cuadro de deshidratación, regresó a los entrenamientos de Boca Juniors y fue recibido con un cálido abrazo por Juan Román Riquelme, presidente del club.
La postal, compartida por las redes oficiales de Boca, rápidamente se viralizó y se convirtió en símbolo del profundo vínculo institucional y el apoyo incondicional hacia el DT.
El plantel xeneize retomó los trabajos tras un día libre, en la previa del duelo frente a Defensa y Justicia por la fecha 10 del Torneo Clausura.
Aunque se especulaba con que Russo podría ausentarse por precaución médica, el entrenador de 69 años decidió no perderse ni una sola práctica y estuvo al frente de los ejercicios desde el primer momento.
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