Un devastador incendio destruyó por completo la casa de Liliana Montero, vecina del asentamiento Pedro Echagüe, en el departamento Santa Lucía. A pesar del impacto del siniestro, ella se aferra a su fe y agradece que su familia esté a salvo.
El hecho ocurrió en cuestión de minutos mientras la mujer había salido a acompañar a su madre a una consulta médica. Al regresar, encontró su hogar envuelto en llamas. “Mi familia, gracias a Dios, está bien. No había nadie en mi casa. Ha sido una desgracia con suerte“, expresó.
Liliana relató cómo fue el momento previo al siniestro. “Antes de salir de mi casa, corrí todas las cosas de al lado de la estufa. Pero el lavarropas hacía un pequeño ruido que no lo había hecho nunca antes, y como faltaban cinco minutos y tenía que llevar al médico a mi madre, lo dejé“, recordó. Al parecer, ese desperfecto fue lo que desencadenó las llamas.
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