El aspecto de la banana cambia según su grado de maduración: pasa de verde a amarillo y, finalmente, presenta manchas marrones.
Estas últimas corresponden a un proceso natural llamado pardeamiento enzimático, cuando la enzima polifenol oxidasa reacciona con el oxígeno y los compuestos fenólicos.
De acuerdo con nutricionistas y organismos como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.), el consumo de banana con manchas marrones es seguro mientras no presente signos de descomposición, como mal olor, textura viscosa o presencia de moho. Incluso, una opción para mayor seguridad es cocinarla, lo que elimina posibles bacterias.
Los beneficios nutricionales de esta fruta se mantienen en todas sus etapas: es rica en potasio —clave para la presión arterial y la función muscular— y vitamina B6, que favorece el metabolismo energético y el sistema nervioso.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »